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lunes, febrero 14, 2011

TIENES ALGO QUE DECIR, CONTAR, Y / O , DENUNCIAR?:



TIENES ALGO QUE DECIR, CONTAR, Y / O , DENUNCIAR?:


Se ceden los blogs, para quien quiera subir algo, lo suba; solo durante el mes de Febrero: Unico requisito, tener algo que decir, y mandar lo que se quiera a: silesiusz@gmail.com.
Se pondra en todos los sitios de Snake; fotografias, no, ya que es tamaño para imagenes, esta superado, y a poder ser, lo mejor escrito posible, y sin fallas, dentro de lo posible.

ES VUESTRO MOMENTO

                                          ATENTAMENTE : SNAKE

domingo, febrero 13, 2011

LA FORTALEZA INVENCIBLE, SALVO QUE SACNOTH LA ATAQUE LORD DUNSANY



LA FORTALEZA INVENCIBLE, SALVO QUE SACNOTH LA ATAQUE
LORD DUNSANY

En un bosque más antiguo de lo que se tiene registro, hermano de crianza de las colinas, se levanta el villorrio de Allathurion; y había paz entre la gente de ese villorrio y los habitantes que transitan los oscuros caminos del bosque, sean ellos humanos, de las tribus de las bestias o de la raza de las hadas y los elfos o los pequeños espíritus sagrados de los árboles y los arroyos. Además los habitantes del villorrio tenían paz entre sí y también con su señor, Lorendiac. Frente del villorrio se extendía una amplia extensión cubierta de hierbas; más allá de ella volvía a aparecer el bosque otra vez, pero hacia la parte posterior los árboles llegaban hasta las casas que, con sus muros de troncos y su techumbre de paja verdeada por el musgo, casi parecían formar parte del bosque.
Ahora bien, en el tiempo del que hablo, la perturbación cundía en Allathurion, pues desde una cierta tarde, sueños malignos empezaron a filtrarse entre los árboles y a penetrar en la pacífica aldea; y se apoderaron de la mente de los hombres y los condujeron en la noche por las cenicientas planicies del Infierno. Entonces el mago de esa aldea empezó a preparar hechizos contra esos sueños malignos; no obstante los sueños siguieron viniendo a raudales entre los árboles no bien se había hecho la oscuridad y en la noche llegaban a la mente de los hombres a lugares terribles y eran causa de que alabaran a Satanás abiertamente con sus labios.
Y los hombres tuvieron miedo de dormir en Allathurion. Y se volvieron macilentos y pálidos, algunos por falta de sueño y otros por las cosas que veían en las planicies cenicientas del Infierno.
Entonces el mago de la aldea subió a la torre de su morada y toda la noche aquellos a los que el miedo mantenía despiertos pudieron ver su ventana iluminada. Al día siguiente cuando la hora del crepúsculo hacía ya tiempo que había pasado y la noche se concentraba de prisa, el mago se dirigió al borde del bosque y lanzó allí el hechizo que había preparado. Y el hechizo era algo apremiante y terrible, con poder sobre los malos sueños y sobre los espíritus del mal; porque era un poema de cuarenta versos en muchas lenguas, tanto vivas como muertas, y contenía la palabra con la que la gente de las llanuras suele maldecir a los camellos y el grito con que los balleneros del Norte atraen a la ballenas hacia la costa para darles allí muerte y una palabra que es causa de que los elefantes barriten; y cada uno de los cuarenta versos termina con una palabra que rima con «avispa»
Y aún los sueños siguieron llegando desde el bosque y llevándose las almas de los hombres por las planicies del Infierno. Entonces el mago supo que los sueños provenían de Gaznak. Por tanto reunió a los habitantes de la aldea y les dijo que había lanzado su más poderoso hechizo: un hechizo que tenía poder sobre toda criatura humana o de las tribus de las bestias; y como de nada había servido, los sueños debían de provenir de Gaznak, el más grande mago de entre los espacios de las estrellas. Y le leyó a la gente parte del Libro de los Magos, que habla de las llegadas del cometa y predice una nueva visita. Y les contó cómo Gaznak monta el cometa y visita la Tierra una vez cada doscientos treinta años y se construye para sí una vasta fortaleza inexpugnable y envía sueños que se alimentan de las almas de los hombres, y no puede nunca ser vencida, salvo que la espada Sacnoth la ataque.
Y un frío temor ganó los corazones de los aldeanos cuando supieron que su mago nada podía por ellos.
Entonces habló Leothric, hijo del Señor Lorendiac, y veinte eran los años con que contaba:
Buen Maestro ¿dónde se encuentra la espada de Sacnoth?
Y el mago de la aldea respondió:
Es el dragón-cocodrilo que merodea por los marjales del Norte y hace estragos en las poblaciones de sus márgenes. Y la piel de su dorso es de acero y su parte inferior es de hierro; pero a lo largo de la línea media de su dorso, sobre su espina dorsal hay hundida una franja de acero ultraterreno. Esa franja de acero es Sacnoth, y no puede ser hendida ni fundida y nada hay en el mundo que pueda romperla y ni siquiera trazar un rasguño en su superficie. Tiene la longitud de una buena espada y también su anchura. Si prevalecieras sobre Tharagavverug, su piel podría fundirse en un horno y separarse así de Sacnoth; pero sólo existe una cosa que pueda afilar su borde: uno de los ojos de acero del propio Tharagavverug; y el otro ojo debes engarzarlo en la empuñadura de Sacnoth para que vigile por ti. Pero es ardua tarea vencer a Tharagavverug, porque no hay espada que pueda perforarle la piel; su lomo no puede quebrarse, y no se le puede quemar ni ahogar en el agua. Sólo hay una manera de dar muerte a Tharagavverug, y ella es la muerte por hambre.
Entonces la pena se apoderó de Leothric, pero el mago siguió hablando:
Si alguien impide con una vara que Tharagavverug se acerque a su alimento por tres días, morirá de hambre al tercer día al ponerse el sol. Y aunque no es vulnerable, tiene un sitio en que puede ser herido, pues su hocico es sólo de plomo. Con una espada tan sólo se dejaría a descubierto el bronce invulnerable que tiene por debajo, pero si se zahiere su hocico constantemente con una vara, el dolor lo hará retroceder y, de ese modo, se puede apartar a Tharagavverug de su alimento.
Preguntó Leothric entonces:
¿Cuál es el alimento de Tharagavverug?
Y el mago de Allathurion respondió:
Su alimento son los hombres.
Pero Leothric se fue decididamente de allí y cortó la larga vara de un avellano y se fue a dormir temprano. Pero a la mañana siguiente, después de abandonar sueños agitados, se levantó antes del alba y, llevando consigo provisiones para cinco días, se puso en camino por el bosque hacia el Norte en dirección de los marjales. Por algunos horas avanzó por la lobreguez del bosque y, cuando emergió de él, el sol por sobre el horizonte se reflejaba en los estanques del descampado. En seguida vio las huellas de las garras de Tharagavverug profundamente hundidas en el cieno y el rastro de su cola entre ellas como un surco abierto en el campo. Entonces Leothric siguió las huellas hasta que oyó por delante de él el latido del corazón de bronce de Tharagavverug que atronaba como una campana.
Y Tharagavverug, como era la hora del día en que tomaba su primera comida, avanzaba sobre la aldea y el corazón le doblaba en el pecho. Y toda la gente de la aldea había salido a su encuentro como era su costumbre hacerlo porque no soportaban la incertidumbre de esperarlo y de oírlo olfatear bronco mientras iba de puerta en puerta considerando lentamente con su mente metálica qué habitante escogería. Y ninguno se atrevía a huir, porque en los días en que los aldeanos huían de Tharagavverug, éste, una vez escogida su víctima, seguía su rastro incansable, como una condenación. Nada les valía en su contra. Otrora trepaban a los árboles cuando se acercaba, pero Tharagavverug arqueaba el lomo, se inclinaba ligeramente y lo frotaba contra el bronco hasta que el árbol caía. Y cuando Leothric estuvo cerca, Tharagavverug lo vio con el rabillo de uno de sus ojillos de acero y se le aproximó tomándose su tiempo, y los ecos de su corazón le salían por la boca abierta. Y Leothric evitó su arremetida, se colocó entre él y la aldea y le hirió el hocico con la vara, que le dejó una abolladura en el plomo sensible. Y Tharagavverug se apartó torpemente y lanzó un grito terrible, como el sonido de una campana de iglesia que hubiera sido poseída por un alma que escapara del cementerio en la noche: un alma malvada que le dieron voz de campana. Luego atacó a Leothric gruñendo y una vez más Leothric se hizo a un lado y le dio con la vara en el hocico. Tharagavverug emitió un aullido de campana. Y cada vez que el dragón-cocodrilo lo atacaba o intentaba dirigirse a la aldea, Leothric volvía a herirlo.
Así, pues, todo el día Leothric guió al monstruo con la vara llevándoselo más y más lejos de su presa con el corazón que le doblaba colérico y la voz transida de dolor.
Hacia el atardecer Tharagavverug dejó de intentar alcanzar a Leothric con los dientes y huía delante de él para evitar la vara, pues tenía el hocico lastimado y le brillaba; y al anochecer los aldeanos salieron y bailaron acompañados de címbalo y salterio. Cuando Tharagavverug oyó el címbalo y el salterio, el hambre y la furia se apoderaron de él, y se sintió como se sentiría el señor que por fuerza se lo apartara del banquete celebrado en su propio castillo y oyera girar y girar el asador rechinante y crepitar en él la carne sabrosa. Y toda esa noche atacó a Leothric con fiereza y a menudo estuvo a punto de atraparlo en la oscuridad; porque sus ojos resplandecientes de acero eran capaces de ver tan bien de noche como de día. Y Leothric fue cediendo terreno lentamente hasta el amanecer, y cuando llegó la luz, estaba cerca de la aldea nuevamente; aunque no tan cerca de ella, como lo habían estado al encontrarse, porque Leothric condujo a Tharagavverug más lejos durante el día que había sido forzado a retroceder en la noche. Luego Leothric volvió a alejarlo con la vara hasta que llegó la hora en que era costumbre del dragón-cocodrilo atrapar a un hombre. Un tercio del hombre solía comerse al atraparlo, y el resto a mediodía y al atardecer. Pero cuando llegó la hora de atrapar a un hombre, una gran fiereza le sobrevino a Tharagavverug, y atacó veloz a Leothric, pero no pudo cogerlo, y por largo tiempo ninguno de los dos cedió terreno. Pero por fin el dolor que la vara le producía en el hocico de plomo fue mayor que el hambre del dragón-cocodrilo y se retiró aullando. A partir de ese momento Tharagavverug comenzó a debilitarse. Todo ese día Leothric lo ahuyentó con la vara, y por la noche, ninguno de los dos cedió terreno; y cuando el amanecer del tercer día llego, el corazón de Tharagavverug latía con mayor lentitud y más débilmente. Era como si un hombre fatigado estuviera tocando una campana. En una oportunidad Tharagavverug estuvo a punto de atrapar a una rana, pero Leothric se la arrebató justo a tiempo. Hacia el mediodía el dragón-cocodrilo yació inmóvil largo tiempo, y Leothric se quedó allí cerca, de pie, apoyado en su vara confiable. Estaba muy fatigado y falto de sueño, pero ahora tenía tiempo de comer sus provisiones. A Tharagavverug el fin le llegaba de prisa, y por la tarde su respiración era trabajosa y le carraspeaba la garganta. Era como el sonido de muchos cazadores que soplaran juntos el cuerno, y hacia el atardecer se le aceleró el aliento, pero también se le hizo más débil, como el furioso sonido de una cacería que fuera apagándose a la distancia; e hizo desesperados intentos de lanzarse hacia la aldea, pero Leothric seguía saltando alrededor de él y dándole con la vara en el hocico. Escasamente audible era ahora el sonido de su corazón: era como la campana de una iglesia que doblara más allá de las colinas por la muerte de alguien desconocido y lejano. Entonces el sol se puso y flameó en las ventanas de la aldea, y un frío estremeció al mundo, y en algún jardín pequeño una mujer cantaba; y Tharagavverug alzó la cabeza y pereció de hambre; la vida se le escapó de su cuerpo invulnerable, y Leothric se echó a su lado y durmió. Y más tarde, a la luz de las estrellas, los aldeanos salieron y cargaron a Leothric dormido; todos lo alababan en quedos susurros mientras lo llevaban a la aldea. Lo pusieron en una cama en una casa y bailaron afuera en silencio, sin salterio ni címbalo. Y al día siguiente, regocijados, arrastraron hasta Allathurion al dragón-cocodrilo. Y Leothric fue con ellos portando su castigado cayado; y un hombre alto y fornido, herrero de Allathurion, construyó un gran horno y fundió en él a Tharagavverug hasta que sólo Sacnoth quedó, resplandeciente entre las cenizas. Entonces tomó uno de los ojillos que había sido quitado con un formón y afiló una hoja en Sacnoth, y gradualmente el ojo de acero fue gastándose faceta por faceta, pero antes de que hubiera desaparecido totalmente, había afilado a Sacnoth de manera espantable. Pero el otro ojo se engarzó en la empuñadura y resplandeció en ella con luz azulina.
Y esa noche Leothric se levantó en la oscuridad, cogió la espada y partió hacia el Oeste al encuentro de Gaznak; y fue a través del bosque oscuro hasta el amanecer, y toda la mañana y hasta la tarde. Pero a la tarde llegó a campo abierto y vio en medio de La Tierra que Nadie Visitaba la fortaleza de Gaznak que se levantaba ante él como una montaña a poco más de una milla de distancia.
Y Leothric vio que la tierra era pantanosa y desolada. Y la fortaleza se levantaba blanca de ella, con muchos contrafuertes, y era ancha por debajo, pero se estrechaba a medida que ascendía, y estaba llena de ventanas iluminadas. Y cerca de su cúspide flotaban algunos nubes blancas, pero por sobre ellas reaparecían algunos de sus pináculos. Entonces Leothric se internó en los marjales y el ojo de Tharagavverug vigilaba por él desde la empuñadura de Sacnoth; porque Tharagavverug conocía bien los marjales, y la espada le indicaba a Leothric que se desviase a la derecha o lo impelía hacia la izquierda para evitar los lugares peligrosos; de ese modo lo llevó con bien hasta los muros de la fortaleza.
Y en el muro se abrían puertas como precipicios de acero, en los que había incrustados bultos de hierro, y por sobre cada una de las ventanas había terribles gárgolas de piedra; y el nombre de la fortaleza brillaba sobre el muro, escrito con grandes letras de cobre: «La Fortaleza Invencible, Salvo que Sacnoth la Ataque».
Entonces Leothric desenvainó y reveló a Sacnoth y todas las gárgolas sonrieron; la sonrisa fue reproduciéndose estremecida de rostro en rostro hasta los picos entre las nubes.
Y cuando Sacnoth fue revelada y todas las gárgolas sonrieron, fue como si la luz de la luna surgiera de una nube para contemplar por primera vez un campo de sangre y pasara veloz por las caras húmedas de los degollados que yacen juntas en la noche terrible. Entonces Leothric avanzó hacia la puerta, y era ésta más poderosa que Sacremona, la cantera de mármol de la que los hombres de antaño cortaron grandes tablas para construir la Abadía de las Lágrimas Sagradas. Día tras día arrancaron las costillas mismas de la colina hasta que la Abadía quedó construida, y era más bella que nada que se hubiera hecho en piedra. Entonces los sacerdotes bendijeron a Sacremona y ésta tuvo paz, y ya nunca más se quitó piedra de ella para edificar las casas de los hombres. Y la colina se elevaba de cara al Sur, solitaria a la luz del sol, desfigurada por la terrible cicatriz. Así de vasta era la puerta de acero. Y el nombre de la puerta era La Porte Resonante, el Camino por el que se Llega a la Guerra.
Entonces Leothric dio en la Porte Resonante con Sacnoth y el eco de Sacnoth recorrió todos los salones y todos los dragones de la fortaleza gruñeron. Y cuando el aullido del dragón más remoto se había sumado débilmente al tumulto, una ventana se abrió en lo alto entre las nubes bajo los picos iluminados por el crepúsculo y una mujer gritó, y muy alejado en el Infierno la oyó su padre, quien supo que su hija se había condenado.
Y Leothric siguió dando de golpes terribles con Sacnoth, y el acero gris de la Porte Resonante, el Camino por el que se Llega a la Guerra, que estaba templado para resistir las espadas del mundo, cedió sonoramente en múltiples astillas.
Entonces Leothric, sosteniendo a Sacnoth en la mano, penetró por el boquete que había abierto en la puerta y entró en el cavernoso vestíbulo al que no iluminaba luz alguna.
Un elefante huyó barritando. Y Leothric permaneció erguido e inmóvil sosteniendo a Sacnoth. Cuando el sonido de las patas del elefante hubo muerto en los más remotos corredores, nada más se movió y reinó el silencio en el vestíbulo cavernoso.
En seguida la oscuridad de las estancias distantes hízose musical con el sonido de campanillas que se aproximaban más y más.
Todavía Leothric esperaba en la oscuridad; el sonido de las campanillas era cada vez más alto y su eco resonaba en los salones; apareció entonces una procesión de hombres montados sobre camellos que venían de a dos desde el interior de la fortaleza; estaban armados de cimitarras de hechura asiria; estaban vestidos de malla y de los cascos caían sobre sus rostros cotas de malla que se batían al moverse los camellos. Todos se detuvieron ante Leothric en el vestíbulo cavernoso, y las campanillas de los camellos resonaron y quedaron luego inmóviles. Y el conductor dijo a Leothric.
El Señor Gaznak desea verte morir ante él. Ten a bien venir con nosotros y podemos discutir en el camino la manera en que el Señor Gaznak desea verte morir.
De buen grado voy contigo, porque he venido a degollar a Gaznak.
Entonces el conductor de camellos de Gaznak rió de manera espantosa, perturbando a los vampiros que dormían en la bóveda inconmensurable de la techumbre. Y el conductor dijo:
El Señor Gaznak es inmortal, salvo que Sacnoth lo ataque, lleva una armadura que es a prueba aun de la misma Sacnoth y su espada sólo le es segunda en invulnerabilidad.
Entonces Leothric dijo:
Yo soy el Señor de la espada Sacnoth.
Y avanzó sobre el conductor de Camello de Gaznak y Sacnoth subía y bajaba en su mano como si la agitara un pulso exaltado. Entonces el conductor de camellos de Gaznak huyó y los demás jinetes se echaron hacia adelante y azuzaron con látigos a sus camellos; desaparecieron con gran clamor de campanillas entre columnas y corredores y recintos abovedados y se dispersaron por la oscuridad interior de la fortaleza. Cuando el último sonido producido por ellos hubo muerto, Leothric dudó qué camino seguir, porque la guardia montada en camellos se había dispersado en múltiples direcciones; de modo que siguió derecho hasta que llegó a una gran escalinata en medio del vestíbulo. Entonces Leothric puso su pie en medio de un ancho escalón, y subió de firme la escalinata durante cinco minutos. Poca era la luz reinante en el vestíbulo por donde Leothric ascendía, pues sólo entraban rayos aislados y en el mundo, afuera, la tarde caía apresurada. La escalinata lo llevó a una puerta de dos hojas ligeramente entreabiertas, y por la rendija pasó Leothric que intentó seguir andando derecho, pero no pudo hacerlo pues todo el cuarto parecía estar lleno de cuerdas que se tendían de pared a pared, lanzadas desde el cielorraso. Todo el recinto estaba atestado y ennegrecido por ellas. Eran suaves y ligeras al facto, como de seda fina, pero a Leothric le fue imposible romper ninguna y aunque se apartaban de su camino cuando avanzaba, cuando se hubo trasladado tres yardas, lo rodeaban todas como una pesada cape. Entonces Leothric dio un paso atrás y esgrimió a Sacnoth, y Sacnoth dividió la cuerdas sin el menor sonido, y sin el menor sonido varias de ellas cayeron al suelo. Leothric avanzó lentamente moviendo por delante de sí a Sacnoth de arriba a abajo. Cuando hubo llegado al centro del recinto, repentinamente, al partir con Sacnoth un grueso montón de filamentos, vio delante de sí a una araña de mayor tamaño que un carnero, y la araña lo miraba con ojos pequeños, pero con mucho pecado en ellos, y dijo:
¿Quién eres tú que arruinas la labor de años realizada toda en honor de Satán?
Y Leothric respondió:
Soy Leothric, hijo de Lorendiac.
Y la araña dijo:
Haré una cuerda en seguida con la cual colgarte. Entonces Leothric partió otro puñado de filamentos y se acercó aún más a la araña, que estaba sentada tejiendo la cuerda, y la araña, levantando la visto de su labor, inquirió:
¿Qué espada es ésa, capaz de cortar mis cuerdas? Y Leothric respondió:
Es Sacnoth.
Al oír eso el pelo negro que caía sobre la cara de la araña se partió a izquierda y derecha y la araña frunció el entrecejo; luego el pelo volvió a su lugar escondiéndolo todo, excepto el pecado de los ojillos que siguió brillando hambriento en la oscuridad. Pero antes que Leothric pudiera alcanzarla, trepó rápido por una de las cuerdas y se ocultó en una viga donde se quedó gruñendo. Pero abriéndose camino con Sacnoth, Leothric atravesó el recinto y llegó a la puerta que se encontraba a su otro extremo; como la puerta estaba cerrada y el picaporte estaba muy alto, fuera de su alcance, se abrió camino a través de ella con Sacnoth, como se lo había abierto a través de la Porte Resonante, el Camino por el que se Llega a la Guerra. Y así se encontró Leothric en la bien iluminada cámara en que Reinas y Príncipes estaban juntos dándose un banquete sentados todos en una gran mesa; y miles de velas resplandecían por todas partes y se reflejaban en el vino que los príncipes bebían y en el oro de los enormes candelabros; las caras reales irradiaban con el fulgor, al igual que el blanco mantel y las joyas de los cabellos de las Reinas; cada una de las joyas tenía un historiador para sí solo que en todos los días de su vida no escribía otra crónica alguna. Entre la mesa y la puerta había doscientos lacayos en dos filas de cien lacayos cada una que se enfrentaban entre sí. Nadie miró a Leothric al entrar por el boquete de la puerta, pero uno de los Príncipes le hizo una pregunta a un lacayo y la pregunta pasó de boca en boca por todos los cien lacayos hasta que llegó al último de ellos que era el que estaba más cerca de Leothric; y le preguntó a Leothric sin mirarlo:
¿Qué tratáis de hacer aquí?
Y Leothric respondió:
Trato de degollar a Gaznak.
Y de lacayo en lacayo se repitió la respuesta hasta llegar a la mesa:
Trata de degollar a Gaznak.
Y por la línea de lacayos llegó otra pregunta:
¿Cuál es vuestro nombre?
Y la línea que se enfrentaba a la primera llevó la respuesta de vuelta.
Entonces uno de los príncipes dijo:
Lleváoslo de aquí donde no oigamos sus gritos.
Y un lacayo fue repitiéndolo a otro hasta que la orden llegó a los dos últimos, que avanzaron para agarrar a Leothric.
Entonces Leothric les mostró su espada diciendo:
Esta es Sacnoth.
Y ambos se lo dijeron al hombre que tenían más cerca:
Esa es Sacnoth.
Y luego gritaron y se alejaron corriendo.
Y de a dos, ascendieron por la doble línea, los lacayos fueron repitiendo:
Esa es Sacnoth.
Y gritaban y se echaban a correr, hasta que los últimos dos transmitieron el mensaje a la mesa, todo el resto había ya desaparecido. Apresuradamente entonces se levantaron las Reinas y los Príncipes y huyeron del recinto. Y la mesa real, cuando todos hubieron escapado, pareció pequeña, desordenada y sucia. Y a Leothric, que se preguntaba en el recinto desolado por qué puerta debía seguir adelante, le llegó el sonido de una música y supo que eran los ejecutantes mágicos que tocaban para Gaznak mientras éste dormía.
Entonces Leothric avanzó hacia la música distante y pasó por la puerta que se enfrentaba a la que había perforado al entrar y se encontró con un recinto tan vasto como el anterior en el que había muchas mujeres extrañamente hermosas. Y todas lo interrogaron sobre sus intenciones, y cuando supieron que eran degollar a Gaznak, todas le rogaron que se demorara entre ellas, diciendo que Gaznak era inmortal, salvo que Sacnoth lo atacara y también que tenían necesidad de un caballero que las protegiera de los lobos que corrían y corrían en derredor del revestimiento de madera durante toda la noche y que a veces irrumpían a través del roble convertido en polvo. Quizá Leothric hubiera tenido la tentación de demorarse entre ellas si hubieran sido mujeres humanas, porque era una rara belleza la suya, pero advirtió que en lugar de ojos tenían llamitas que vacilaban en sus cuencas y supo que eran los febriles sueños de Gaznak. Por tanto dijo:
Tengo una empresa entre manos en relación a Gaznak y con Sacnoth.
Y al nombre de Sacnoth, esas mujeres gritaron y las llamas de sus ojos se redujeron a una chispilla.
Y Leothric las abandonó y, abriéndose paso con Sacnoth, atravesó la puerta más alejada.
Una vez afuera sintió el aire de la noche en la cara y descubrió que se encontraba en un estrecho sendero entre dos abismos. A izquierda y derecha, hasta donde alcanzaba a ver, los muros de la fortaleza terminaban en un profundo precipicio, aunque la techumbre todavía lo cubría y ante él estaban los dos abismos llenos de estrellas porque se abrían camino de parte a parte de la Tierra y exhibían las estrellas del cielo inferior; y siguió andando entre ellos por el sendero que ascendía gradualmente y cuyos lados eran abruptos. Y más allá de los abismos, por donde el sendero ascendía hacia las cámaras más alejadas de la fortaleza, Leothric oía a los músicos que ejecutaban su melodía mágica. De modo que siguió por el sendero, que sólo tenía escasamente una zancada de anchura, esgrimiendo a Sacnoth desnuda. Y aquí y allí, por debajo de él en cada uno de los abismos, batían las alas de los vampiros que subían y bajaban alabando a Satán en su vuelo. En seguida percibió al dragón Thok que yacía en el camino fingiéndose dormido y su cola colgaba por uno de los abismos.
Y Leothric avanzó hacia él y cuando estuvo muy cerca, Thok se precipitó sobre Leothric.
Y lo hirió profundamente con Sacnoth y Thok cayó en uno de los abismos chillando; sus miembros vibraban en la oscuridad al caer y siguió cayendo hasta que su chillido no fue más alto que un silbato para luego dejar de oírse. Una o dos veces Leothric vio una estrella parpadear un instante para reaparecer nuevamente, y este eclipse momentáneo de unas pocas estrellas fue todo lo que quedó en el mundo del cuerpo de Thok. Y Lank, el hermano de Thok, que había estado echado algo más allá, vio que aquella espada debía ser Sacnoth y huyó con gran estruendo. Y todo el tiempo que avanzó Leothric entre los dos abismos la poderosa bóveda de la techumbre se extendía por sobre su cabeza llenándolo todo de lobreguez. Ahora bien, cuando llegó a divisarse el extremo más distante del precipicio, Leothric vio una cámara que se abría en innumerables arcos sobre los abismos gemelos, y los pilares de los arcos se perdían a la distancia y se desvanecían en la lobreguez de izquierda y derecha.
Allá abajo, en el oscuro precipicio en que se levantaban los pilares, vio pequeñas ventanas enrejadas, y entre las rejas aparecían por momentos para desaparecer luego, cosas de las que no hablaré.
No había otra luz allí, salvo la de las grandes estrellas australes que brillaban abajo en los abismos, y aquí y allí en la cámara entre los arcos, se movían luces furtivas sin el menor sonido de pasos.
Entonces Leothric abandonó el sendero y entró en la gran cámara.
Aun él mismo se sintió un diminuto enano al andar bajo uno de esos arcos colosales.
La última desmayada luz de la tarde entraba vacilante por una ventana que pintada con sombríos colores conmemoraba los triunfos de Satán sobre la Tierra. Emplazada alta en el muro estaba la ventana y, más abajo, las luces de las candelas se alejaron furtivas.
Otra iluminación no había, salvo el ligero fulgor azulino lanzado por el ojo de acero de Tharagavverug, que atisbaba incesante alrededor de él desde la empuñadura de Sacnoth. Pesaba en el aire de la cámara el viscoso olor de una bestia inmensa y mortal.
Leothric avanzó lentamente con la hoja de Sacnoth por delante en busca de un enemigo, y el ojo de su empuñadura vigilaba por detrás.
Nada se agitaba allí.
Si algo había que acechara por detrás de los pilares que sostenían el techo, no respiraba ni se movía.
La melodía de los músicos mágicos llegaba desde muy cerca.
De pronto las grandes puertas del extremo más alejado de la cámara se abrieron a izquierda y derecha. Por un instante Leothric no vio nada que se moviera y aguardó empuñando a Sacnoth. Luego sobre él avanzó Wong Bongerok con fuerte respiración.
Éste era el último y más fiel guardián de Gaznak, que justamente venía de babosear la mano de su amo.
Más como a un niño que como a un dragón tenía Gaznak costumbre de tratarlo, ofreciéndole a veces de su propia mano, tiernos trozos de hombre humeante de su mesa.
Largo y bajo era Wong Bongerok, en sus ojos relucía la sutileza, de su fiel pecho lanzaba maligno aliento contra Leothric y detrás de él rugía la armería de su cola, como cuando los marineros arrastran las cadenas del ancla por el muelle.
Y bien sabía Wong Bongerok que se enfrentaba ahora con Sacnoth, pues había sido su costumbre profetizar para sí calladamente durante largos años mientras yacía enrollado a los pies de Gaznak.
Y Leothric se internó en la ráfaga de su aliento y levantó a Sacnoth para asestar el golpe.
Pero cuando Sacnoth estuvo en lo alto, el ojo de Tharagavverug en su empuñadura vio al dragón y percibió su sutileza.
Porque abrió grande la boca revelándole a Leothric las filas de sus dientes de sable y sus encías de cuero se inflamaron. Pero mientras Leothric amagaba a herirlo en la cabeza, lanzó hacia adelante como un escorpión su cola blindada. Y todo esto percibió el ojo de la empuñadura de Sacnoth, que avanzó repentinamente de lado. No con el filo asestó Sacnoth su golpe porque, de haberlo hecho así, el extremo seccionado de la cola habría continuado su ataque, como un pino que la avalancha hubiera lanzado de punta desde el risco habría atravesado el ancho pecho de un montañés. Lo mismo le habría sucedido a Leothric; pero Sacnoth asestó su golpe de lado, con el plano de su hoja y lanzó la cola zumbando por sobre el hombro izquierdo de Leothric; y raspó su armadura al pasar y dejó en ella un surco. De lado atacó entonces la cola frustrada de Wong Bongerok a Leothric y Sacnoth la paró y la cola salió disparada chillando ante la hoja por sobre la cabeza de Leothric. Entonces Leothric y Wong Bongerok lucharon espada contra diente y la espada hirió como sólo Sacnoth puede hacerlo y la maligna vida fiel de Wong Bongerok escapó por la ancha herida abierta.
Entonces Leothric dejó atrás el cadáver del monstruo, cuyo cuerpo blindado todavía se estremecía un tanto. Por un momento fue como todas las rejas de arado que trabajan juntas en un campo tras caballos cansados y empeñosos; luego el estremecimiento cesó y Wong Bongerok quedó allí tieso, víctima de la futura herrumbre.
Y Leothric avanzó hacia los portales abiertos y Sacnoth fue goteando en silencio a lo largo del suelo.
Por los portales abiertos a través de los que Wong Bongerok había hecho su entrada, Leothric llegó a un corredor que llenaban los ecos de la música. Este fue el primer lugar en el que Leothric pudo ver algo por sobre su cabeza, porque hasta aquí los techos habían ascendido a alturas de montaña y se había extendido indistintos en la lobreguez. Pero a lo largo del estrecho corredor colgaban enormes campanas muy bajo y cerca de su cabeza, y el ancho de cada una de las campanas de bronce era de pared a pared y se encontraban una detrás de la otra. Y al pasar bajo cada una de ellas, la campana sonaba y su voz era luctuosa y profunda, como la voz de una campana que se dirige a un hombre por última vez cuando éste acaba de morir. Cada una de las campanas sonaba una vez al pasarle Leothric por debajo y sus voces clamaban solemnes y distintas a intervalos ceremoniales. Porque si caminaba lentamente, estas campanas se aproximaban entre sí, y cuando aceleraba el paso, se alejaban la una de la otra, Y los ecos de cada una de las campanas que doblaban fúnebres por sobre su cabeza, se le adelantaban susurrándose entre sí. Una vez, al haberse él detenido, sonaron discordantes y enfadadas hasta que él volvió a ponerse en marcha.
Por entre estas notas lentas y ominosas, llegaba el sonido de los ejecutantes mágicos. Ahora estaban tocando una endecha sumamente luctuosa.
Por último Leothric llegó al final del Corredor de las Campanas y vio allí una pequeña puerta negra. Y todo el corredor por detrás de él estaba lleno de los ecos del toque de difuntos y todos musitaban entre sí acerca de la ceremonia; y la endecha de los músicos llegaba flotando entre ellos como una procesión de refinados huéspedes extranjeros, y todos ellos auguraban el mal de Leothric..
La puerta negra se abrió al instante ante la mano de Leothric y éste se encontró al aire libre en un amplio patio cubierto de mármol. Por sobre él, muy alto, brillaba la luna, convocada allí por obra de Gaznak.
Allí estaba Gaznak dormido y alrededor de él se encontraban sus ejecutantes mágicos que tocaban instrumentos de cuerdas. Y aun dormido Gaznak vestía una armadura y sólo sus muñecas, su cara y su cuello estaban al descubierto.
Pero la maravilla de ese lugar eran los sueños de Gaznak; porque más allá del amplio patio dormía un abismo oscuro, dentro del abismo se vertía la blanca cascada de una escalinata de mármol que se ensanchaba más abajo para formar terrazas y balcones poblados de bellas estatuas blancas, y volvía a descender luego como ancha escalinata que llegaba a terrazas inferiores en la oscuridad donde malignas formas inciertas iban y venían. Todo esto eran los sueños de Gaznak, que, salidos de su mente y convertidos en mármol resplandeciente, pasaban por sobre el borde del abismo mientras los músicos tocaban. Y durante todo el tiempo de la mente de Gaznak, arrullada por esa extraña música, surgían chapiteles y pináculos hermosos y esbeltos que ascendían al cielo. Y los sueños de mármol se movían lentamente junto con la música. Cuando las campanas doblaban a muerto y los músicos tocaban la endecha, horribles gárgolas aparecieron de pronto por sobre los chapiteles y los pináculos y grandes sombras descendieron de prisa por las terrazas y los escalones y hubo un ansioso susurro en el abismo.
Cuando Leothric entró por la puerta negra, Gaznak abrió los ojos. No miró a izquierda ni a derecha, pero estuvo en pie de inmediato frente a Leothric.
Entonces los músicos tocaron un hechizo de muerte en sus cuerdas y un susurro cantante surgió de la hoja de Sacnoth al hacer ésta el hechizo a un lado. Cuando Leothric no cayó por tierra y oyeron el susurro de Sacnoth, los músicos se pusieron apresuradamente en pie y huyeron, todos plañideros, por sobre sus cuerdas.
Entonces Gaznak desenvainó gritando su espada que era la más poderosa del mundo con excepción de Sacnoth, y avanzó lentamente sobre Leothric; y se sonreía al andar a pesar de que sus propios sueños le habían predicho su condenación. Y cuando Leothric y Gaznak estuvieron cerca el uno del otro, se miraron entre sí y ninguno de los dos habló; pero se atacaron a la vez y sus espadas se encontraron; y cada una de las espadas conocía a la otra y también conocía cuál era su origen. Y cada vez que la espada de Gaznak golpeaba la hoja de Sacnoth, esta rebotaba resplandeciente, como la escarcha de un techo de tejas; pero cuando caía sobre la armadura de Leothric, la despojaba de sus escamas. Y sobre la armadura de Gaznak, Sacnoth caía frecuente y furiosa, pero siempre volvía rugiente sin dejar marca detrás; y mientras Gaznak se debatía, mantenía en alto la mano izquierda revoloteando cerca de la cabeza. En seguida Leothric dio con justeza y fiereza contra el cuello de su enemigo, pero Gaznak, cogiendo su propia cabeza por los cabellos, se la levantó en alto, y Sacnoth zumbó por el espacio vacío. Entonces Gaznak volvió a ponerse la cabeza en su lugar sobre el cuello y todo el tiempo luchó ágilmente con su espada; y una y otra vez Leothric atacó con Sacnoth el cuello barbado de Gaznak y siempre la mano izquierda de éste fue más veloz que el ataque, y la cabeza ascendía y la espada le pasaba por debajo en vano.
Y la sonora lucha continuó hasta que la armadura de Leothric estaba esparcida alrededor de él por el suelo y el mármol estaba salpicado de su sangre; y la espada de Gaznak estaba mellada como una sierra por sus encuentros con la hoja de Sacnoth. Sin embargo Gaznak resistía ileso y sonreía todavía.
Por fin Leothric miró el cuello de Gaznak y le apuntó con Sacnoth y una vez más Gaznak se levantó la cabeza por los cabellos; pero no a su cuello fue a parar Sacnoth, porque Leothric le hirió en cambio la mano levantada y a través de la muñeca pasó Sacnoth zumbando como atraviesa una guadaña el tallo de una única flor.
Y sangrante la mano segada cayó al suelo, y en seguida la sangre fluyó de los hombros de Gaznak y goteó de la cabeza derribada, y los altos pináculos cayeron por tierra, las amplias y hermosas terrazas se fueron rodando y el patio se desvaneció como el rocío; y sopló el viento y las columnas cayeron y todos los colosales recintos de Gaznak se derrumbaron. Y los abismos se cerraron de pronto como se cierra la boca de un hombre que acaba de relatar un cuento y por siempre no ha de volver a hablar.
Entonces Leothric miró alrededor de sí los marjales donde la niebla nocturna se estaba disipando, y no había ya fortaleza ni sonido de dragón o mortal; sólo había junto a sí un hombre tumbado marchito, envilecido y muerto, con la cabeza y la mano segados de su cuerpo.
Y lentamente por sobre las anchas tierras ascendía el alba, siempre creciente en belleza como la nota de un órgano que toca una mano maestra, más y más alta y más y más hermosa a medida que el alma del maestro se anima, para dar por fin alabanza con toda su poderosa voz.
Entonces los pájaros cantaron y Leothric volvió a su casa, abandonó los marjales, llegó al bosque oscuro y la luz del alba ascendente le iluminó el camino. Y llegó a Allathurion antes del mediodía; llevaba consigo la agostada cabeza maligna y la gente se regocijó por haber cesado las noches perturbadas.
Esta es la historia de cómo fue vencida La Fortaleza Invencible, Salvo que Sacnoth la Ataque y de su desaparición, tal como la cuentan y la creen los enamorados de los místicos días de antaño.
Otros han dicho y vanamente pretenden haber probado que Allathurion padeció de una fiebre que luego se alivió; y que esa misma fiebre llevó a Leothric a los marjales de noche e hizo que allí soñara y actuara violentamente con una espada.
Y otros, en fin, dicen que nunca existió la ciudad de Allathurion y nunca vivió nadie de nombre Leothric.
La paz sea con ellos. El jardinero ha recogido estas hojas de otoño. ¿Quién volverá a verlas o tendrá conocimiento de ellas? Y ¿quién ha de decir lo ocurrido en los días de antaño?


sábado, febrero 12, 2011

EL CICLO VITAL






EL CICLO VITAL
INFANCIA
Al nacer un nuevo “niño” es un producto prematuro e inacabado. Depende completamente de su madre o de quien toma su papel. Este tiempo es demasiado prolongado a diferencia de otras especies, por ejemplo, al nacer un caballo, este no tarda en ponerse en sus cuatro extremidades, a diferencia del ser humano, que tarda aproximadamente un año para lograrlo.
Puede suceder que durante el embarazo los estado emocionales de la medre influyan en el feto sobre su personalidad.
Durante el embarazo puede dañarse al producto si la madre sufre intoxicaciones e infecciones y no toma las precauciones adecuadas para prevenirlo, siendo de mayor riesgo durante los tres primeros meses de gestación. También se puede dañar al producto durante el parto, si este es prolongado o traumático para el bebé, la utilización de fórceps, además de que si se prolonga el parto, el niño puede sufrir hipoxia (daño cerebral debido a la falta de oxígeno).
Actualmente se distinguen dos clases de influencias conformadoras: las que actúan en forma explosiva por un periodo muy corto en ciertos momentos críticos del desarrollo y los que actúan más lenta y silenciosamente ejercidas por actitudes, signos y gestos.
Los estudios llevados a cabo por Spitz, Bowbly y Mahler entre otros, han puesto de manifiesto el carácter transaccional de la relación medre-hijo. Se deben entender como un sistema conformado donde existen, por un lado la medre y por el otro el hijo, los elementos que se afectan e influyen el uno en el otro.
En la relación medre-hujo, además de aliviar las necesidades del niño originadas por sus tensiones, la madre también provee los estímulos necesarios para el desarrollo del psiquismo infantil. El modelo de la relación es el de un circuito de retroestimulación donde el niño emite señales que son recibidas por la madre, y ella a su vez emite sañales que el niño recibe. Los problemas de la relación pueden ser por defecto de uno u otro (la madre o el hijo), por ejemplo, la madre puede experimentar al niño como si fuera parte de sí misma por un tiempo por demás prolongado, o puede retirarle su contacto y su protección antes de lo debido.
Los estudios de Spitz demuestran la importancia de las señales emitidas por la medre hacia su bebé como las tensiones musculares, el olor, el tono de voz, las expresiones faciales, etc.
Hacia el segundo y tercer mes de edad, la capacidad del niño ha madurado para poder sonreír. Enesta edad, los niños son capaces de sonreír cunado su medre u otra persona (incluso una imagen de una cara sonriente) les sonría. Cabe señalar que esta respuesta preconstruida usada en un momento dado en el desarrollo no ocurre en niños con daño cerebral o devido a una privación grave de contactos con su madre.
Por otra parte, el niño puede un buen día rehusarse a comer. Este acto provoca en la madre gran angustia sintiendo miedo y culpabilidad, tratando de resolver el problema que enfrenta en ese momento forzando al niño a comer lo que provoca mayor resistencia en él y más angustia en la madre. El niño que vomita por cualquier razón, seguirá vomitando cada vez que se le force, porque al hacerlo, descarga los significados negativos derivados de la mala relación con su madre. Muchos otros síntomas son debidos por los conflictos generados en la relación madre-hijo.
EL TRAUMA DE LA SEPARACIÓN
El nacimiento, es decir, la interrupción de la simbiosis madre-feto representa un trauma fisiológico, donde la fisiología del recién nacido experimenta cambios después de pasar por la región pélvica de la madre. Ahora tiene que ser activo para satisfacer sus necesidades como respirar, succionar y tragar. En las primeras cuatro semanas de vida, el niño es muy frágil y vulnerable, dependiendo totalmente de su madre o de quien tome su papel. Después de la segunda semana, el niño cuando está semidormido, o se esta alimentando, muestra un estado placentero. Después de la tercera y antes de la quinta semana, se presenta el efecto que se mencionó con la cara sonriente.
Cerca de la décima semana, el niño sonríe a menudo a su madre, lo que indica el establecimiento de un contacto emosional. Si la madre responde a esa sonrisa, la estimulación recíproca fomenta el establecimiento entre ambos de una relación afectiva intensa. El niño entonces, percibe a su madre como parte de sí mismo y al revés. En esta etapa de simbiosis, llamada así por Mahler, el niño se experimenta unido a su madre.
Hacia los cinco o seis años, el niño experimenta ansiedad cuando se encuentra entre personas extrañas, además llora y se agita, pero se tranquiliza al regresa a los brazos de su madre. Esta angustia de la separación es una experiencia precursora de otras experiencias angustiosas.
A partir del sexto mes el niño entra en la etapa de separación-individuación, llamada así por Mahler, que se extiende hasta el final del tercer año de vida. Se distinguen cuatro fases:
  • En la primera, que va de los seis meses hasta el final del primer año, al ser separado el niño de los brazos de su madre y verse entre personas extrañas para él, llora y sufre angustia. Aparentemente el niño teme ser abandonado por su madre.

  • Spitz por su parte, descubre don entidades clínicas que se presentan cuando los niños son privados de su madre. Lo que él llama el “hospitalismo”, se da cuando un niño es separado de su madre por tiempos prolongados en ambientes institucionales donde es vulnerable a enfermedades. La segunda que el llamó “depresión anaclítica”, ocurre cuando a un niño se le separa por varios meses de su madre después de haber tenido una buena relación con ella que puede avanzar hacia un estadio de marasmo y retardía y a un estupor irreversible.
  • La otra etapa, de practica, abarca de los 10 ó 12 hasta los 16 ó 18 meses. Lo más notable durante esta etapa se observan en los logros que ha logrado el niño en el área motriz, gracias a la maduración de su sistema nervioso. Ahora su fuente de satisfacción es el control voluntario de los músculos incluyendo los esfínteres del ano y la vejiga. En esta etapa se inicia la separación activa de la madre. El niño ensaya su dominio a la separación tapándose los ojos, ya que él como no la ve, cree que desaparece y trata de esta manera controlar su miedo.

  • Winnicitt hace incapié en que algunos niños desarrollan un apego intenso hacia un objeto que se vuelve muy importante para su tranquilidad y separarlo de él, le provoca angustia. Parece ser que la adhesión a este objeto transitorio le permite al niño dominar su angustia de separación. De esta forma, elobjeto “representa a su medre”.
  • La locomosión y el discurso se establecen hasta el segundo año de vida. En esta etapa, una vez controlado el sistema muscular, le permite al niño participar en su adiestramiento. Desea conservar el amor de su madre y por esto la complace, por ejemplo, su madre puede pedirle que controle sus deseos de orinar y/o defecar y así lo hace.en esta fase llamada fase anal por Freud, el niño aprende a distinguir entre lo que es aceptable y lo que no lo es.

  • Alrededor de los 15 meses ocurre lo que Kaplan llama “el segundo nacimiento del niño”, que es la etapa donde emerge la mente pensante y como resultado, el mundo de símbolos, imágenes y conceptos remplazan al mundo simple del movimiento y de la acción. De cierta forma, el anhelo de volver a la unidad original persiste en los humanos por el resto de la vida.
    Un niño que siempre se sale con la suya, emerge con un sentido grandioso de su poder, pero si “pierde demasiadas batallas”, emerge con un sentido de humillación.
  • La última fase se extiende hasta el tercer año y se caracteriza por la adquisición de la capacidad de mantener la representación mental de los objetos. Ahora el niño ha adquirido lo que Piaget llamó “constancia objetal”. Piaget descubre que si a un niño de año y medio que va a tomar un juguete se le cubre la vista, ya no lo busca, pero después de los dos años ocurre que lo busca activamente.

  • En esta etapa salen a relucir otras capacidades psicológicas como distinguir lo que proviene del exterior y lo que proviene de uno mismo.
    El niño percibe claramente la figura de la mare y la del padre sin confundir los estímulos que provienen de ellos ni los afectos que siente hacia cada uno.
    Con la calidad de su relación con la madre, el niño desarrolla la confianza de ser aceptado y de que sus necesidades serán satisfechas. A esta condición del niño, Erikson la denominó “confianza básica”.
    Cuando el niño tiene ya tres años, tiene la capacidad de manejar algunos de sus impulsos, de lidiar con la angustia y tiene control muscular voluntario.
    Un niño normal de tres años se percibe a sí mismo como una identidad diferente y de sus padres como figuras más importantes. Integrar coexistencia de impulsos contradictorios hacia sus padres, le es aún difícil, poniendo en juego mecanismos de defensa. El pequeño de tres años siente que su hostilidad proviene de uno de sus padres y maneja el conflicto a través del desplazamiento de su hostilidad, atribuyéndola a objetos exteriores, como perros, gatos, brujas, vampiros, exponiéndose activamente a estos objetos fóbicos, disfrutando de los cuentos de monstruos, brujas, etc. Y a veces en ocasiones, se quiere disfrazar de fantasma, bruja, etc., y así, convertirse en el objeto poderoso y temido.
    Otro aspecto sobresaliente hacia los tres años, es su interés en los genitales. Observa su pene y tiene curiosidad acerca de él. Muchos niños hacen notar su interés, sus inquietudes y su curiosidad acerca de las diferencias sexuales, el origen de los niños, entre otras. Cabe señalar que si la curiosidad del niño en el área sexual sucita repudio o castigos, el niño la oculta.
    A partir de los 5 ó 6 años el niño se torna más introvertido y exterioriza menos sus afectos, fantasías y preocupaciones. A esta etapa que se extiende hasta la pubertad, Freud la llaomó “periodo de latencia”.
    Es importante que la separación del niño de la madre ocurra en forma razonable, oportuna y armónica. En cada paso la separación implica miedo ante la insignificancia y la indefensión.
    La iniciación de la vida escolar a los 6 años es el principio de la expansión social y mental del niño, periodo en el cual, además, quedan formados los rasgos más importantes de su carácter. A los seis años, es muy notable aquel niño que tiene la capacidad de compartir y el que no.
    Según los estudios de Bowbly, aquel niño que es separado de su madre por un tiempo prolongado durante los primeros tres meses de edad, será retraído e incapaz de hacer ligas afectivas, carácter que fácilmente le conduce a una conducta antisocial persistente y extremadamente difícil de corregir.
    Las necesidades emocionales básicas del niño son:
    • La necesidad de sentirse seguro y protegido por sus padres,
    • La de ser amado y comprendido por ellos, y
    • La de tener oportunidades para expresar sus hostilidades y antagonismos, para así aprender a manejarlos.
    Los principales temores del niño son:
    • Ser abandonado
    • No ser amado
    • Ser dañado corporalmente
    Cualquier circunstancia que impida la satisfacción de esas necesidades emocionales del niño o que fomente sus temores tiene un efecto nocivo sobre el desarrollo de su personalidad.
    El crecimiento de la mente del niño según Jean Piaget
    Piaget ha demostrado experimentalmente que el pensamiento de los niños es completamente complicado. Piaget abordó al niño desde le punto de vista de que es, así lo llamó él, “un pensador en desarrollo”.
  • El proceso lógico del ensayo y el error. Piaget encuentra indicios para comprender procesos intelectuales precursores del pensamiento adulto. Por ejemplo, un niño chupa cualquier cosa que se acerca a la boca, más pronto aprende a preservar únicamente cuando sus labios se cierran sobre el pezón de su madre. En este instante aprecia como algo distinto el pezón de su madre y una sonaja.Esto ocurre en una primera etapa.

  • Durante la segunda etapa (entre los 2 y 7 años), el niño es egocéntrico. Por ejemplo, puede pensar que la Luna le sigue. Estas ideas erróneas le ayudan a comprender que las acciones tienen causas, por ello, el niño preescolar hace continuamente preguntas a los adultos (¿Por qué.....?).

  • En la tercera etapa (que va de los 7 años a los 11), alcanza el umbral de la lógica. Puede pensar que un vaso alto y delgado contiene mayor cantidad de agua que otro más bajo y de la misma capacidad. El niño piensa erróneamente debido a que sólo presta atención a los rasgos estáticos más no a las transformaciones. Cuando el niño alcanza lo que Piaget llama “actividad intelectual concreta” ha comenzado a razonar y a captar el principio esencial de la educación.

  • En una cuarta y última etapa (de los 11 a los 15 años), el niño comienza a hacer abstracciones y en una forma metódica, aunque muy escasa, estableciendo hipótesis poniéndolas a prueba. Por ejemplo, se le da a un niño una cuerda que tiene en uno de sus extremos un peso determinado y se le pide que aclaré qué es lo que determina la velocidad de las oscilaciones del péndulo. Lo importante de esto es que los niños sepan que lo que determina la velocidad es la longitud del hilo.

  • EL APRENDIZAJE DEL NIÑO
    Las habilidades son vulnerables cuando pasan por el proceso de ser adquiridas y las circunstancias adversas además de impedir su adquisición, provocan su regresión aún cuando ya se hayan establecido.
    El control sobre orinar se adquiere a los dos años el cual es vulnerable si el niño es afectado por una situación crítica y el habito tarda en recuperarse. De los tres a los cinco años, el lenguaje se hace fluido y rítmico. En esta etapa se inicia la tartamudez como defecto del desarrollo.el niño de un año de edad, aprende a comprender el lenguaje y a hablar porque tiene la necesidad de comunicarse de otra forma debido a que su creciente poder de cambiar lo separa de su madre, haciéndolo entrar en contacto con personas extrañas.
    Cada habilidad y destreza se adquieren a una edad determinada, debido a que la adquisición de una habilidad lo prepara para las siguientes y puede ocurrir que algunas habilidades se adquieran más tempranamente.
    El retraso y la limitación de la capacidad para aprender se debe a defectos del Sistema Nervioso Central, pero puede ocurrir que ciertas necesidades se satisfagan en formas diferentes. Por ejemplo, un niño sordo puede aprender a leer los labios y a comunicarse con señas, adquiriendo otras necesidades para comunicarse, disminuyendo así, las capacidades normales de hacerlo.
    Los niños evitan las tareas que les causan tensión, así por ejemplo, aquel niño que a la edad de 9 años no sabe leer fluidamente, puede ser debido a que haya desarrollado actitudes desfavorables hacia la lectura. El desarrollo mental del niño influye la calidad de los estímulos que recibe, no la cantidad, que dependen del nivel intelectual de las personas que le rodean.
    PSICOPATOLOGÍA INFANTIL
    En la primera época de la vida, son los padres quienes más efectivamente ejercen influjos favorables o desfavorables sobre la personalidad, la investigación de cualquier problema del niño y su manejo psicoterapéutico incluye a los padres y a otros miembros de su familia.
    Es común que los niños tengan algunos miedos y mas en ciertas edades que en otras, como a la oscuridad, las brujar u otras figuras imaginarias, pero estos temores van desapareciendo con el tiempo en el mejor de los casos, pero pueden persistir e interferir en su vida, necesitando ayuda profesional. La angustia patológica durante la infancia se manifestarse en tres formas clínicas que se describen a continuación.
    Trastorno de angustia de separación
    La angustia de separación es intensa y puede llagar al pánico, que el niño experimenta cuando se separa o es separado du uno de sus padres o de personas queridas. Esta angustia es lo suficientemente intensa para intervenir en sus actividades normales: se rehusa a salir de casa, dormir en casa de un amigo, hacer mandados, etc. Además se observa que en casa no se despega de una de sus padres (“satélite”) siguiéndolo a todos lados, incluso al baño. Estos niños se quejan de dolores de estómago, de cabeza, vómitos, mareos, incluso desmayos.
    La angustia de separación se expresa también en la fobia escolar. La psicoterapia y la terapia de juego, son muy útiles, ayudando al niño a expresar su angustia a través del juego.
    Trastorno de evitación
    El rasgo predominante es una reducción severa y persistente del contacto con los extraños, que interfiere en el funcionamiento psicosocial: los niños afectados tienen interés en la relación social, pero le temen. En escenarios sociales, un teatro o un auditorio por ejemplo, pueden aparecer inarticulados o mudos. En casos severos, el niño no forma ligas sociales fuera de sus parientes más cercanos.
    Trastorno de ansiedad excesiva
    Este trastorno ocurre con mayor frecuencia en niño que en niñas. Se preocupa por eventos futuros como lsiones, enfermedad, exámenes, etc. Los síntomas físicos de la angustia, como dolores de cabeza o estómago, dificultad para respirar, mareos y otros.
    Fobias simples
    Las fobias de los niños son miedos intensos a objetos específicos como a animales o a situaciones, por ejemplo a los perros o a la oscuridad respectivamente. Con el tiempo estas fobias desaparecen o disminuyen.
    De los trastornos del movimiento, el más conocido es el llamado síndrome de Giles de la Tourette que se caracteriza por múltiples tics motores y verbales. En los terrores nocturnos el niño se incorpora a la cama a la mitad de la noche, aterrorizado con la mirada fija en una dirección; las pupilas dilatadas, la cara cubierta de sudor y gritando de terror. Generalmente se necesita de algún esfuerzo para hacer salir al niño de ese trance ya que hay cierta dificultad para despertarlo. El sonambulismo es una modalidad de disociación frecuente en la infancia. El síntoma se manifiesta ya sea en forma exclusivamente verbal o bien por automatismos más complicados. El sonámbulo habla mientras está dormido o bien se levanta, lleva a cabo ciertos actos sencillos tales como deambular por la casa evitando los obstáculos que encuentra en su camino y regresa a su cama. Al día siguiente no recuerda lo que hizo durante el trance. Generalmente es un trastorno benigno, pero caminar durante el sueño plantea riesgos y deben tomarse precauciones
    ADOLESCENCIA
    Periodo de la vida que se caracteriza por profundos cambios biológicos y psicológicos, se inicia en la pubertad y se extiende hasta los 18 años de edad. La pubertad es el periodo comprendido entre los 10 a 14 años.
    La característica del púber es su falta de espontaneidad, inseguridad y torpeza de sus movimientos, manifestaciones de un desequilibrio por la perdida de sus conductas infantiles y la necesidad de encontrar nuevas que sustituyen las anteriores y deben tener un nivel más elevado de libertad y responsabilidad.
    Desde el punto de vista social y psicológico lo que caracteriza al adolescente es el cambio de su personalidad que ocurre en respuestas a nuevas urgencias biológicas y nuevas demandas sociales.
    Las condiciones culturales y familiares que rodean al adolescente influyen en su paso hacia la madurez.
    La adolescencia es un proceso de búsqueda de una nueva identidad que haga posible la libertad liberarse del pasado infantil y para poder enfrentar el futuro.
    La pubertad se caracteriza por la emergencia de nuevos impulsos, capacidades e intereses como el anhelo de poder, la imaginación, la fantasía, la necesidad de autoafirmación, etc.
    DESARROLLO DURANTE LA ADOLESCENCIA
    Freud considero que el proceso central de la adolescencia de las zonas erógenas pregenitales a la zona pregenital y a la adquisición de objetos sexuales fuera del núcleo familiar, diferentes según el género.
    Lo que caracteriza a las personalidades sanas es el crecimiento y la renovación y el desarrollo perturbado se debe a la repetición compulsiva de conductas infantiles.
    El síndrome de “prolongación de la adolescencia” es cuando las personas actúan en formas que combinan los privilegios de ser adultos y las gratificaciones infantiles.
    El proceso de la adolescencia puede acelerarse o prolongarse y al joven la falta tiempo para ajustarse a sus cambios internos y ajustar su personalidad.
    Por la transformación de su cuerpo y de su mentalidad el niño tiene la necesidad de crear una identidad propia. La identidad resulta de la unión de varios elementos: las sensaciones corporales, la imagen del cuerpo, el sonido del nombre, sentimientos y valoraciones de ellos mismos y el lugar que ocupa en la familia, el grupo y la comunidad, etc.
    Erikson llamó “identidad negativa” a la identidad que algunos jóvenes buscan rechazando las identidades éticas, religiosas, familiares, etc. El adolescente se junta entonces con gente de su edad distinta en cuanto a valores y restricciones morales.
    DESCUBRIMIENTO DE LA VOCACION
    La búsqueda de la vocación se centra en la necesidad de decidir que clase de persona quiere ser y el lugar que quiere ocupar en la sociedad en un futuro y que le dará prestigio ante la sociedad.
    La decisión se toma cuando aún no sabe que clase de persona quiere ser, ni que clase de persona quiere ser, por lo cual es una decisión difícil.
    En esta etapa más que en otras el adolescente tiende a idealizar a las personas y crea ídolos a los que imita o con los que se identifica
    SEXUALIDAD Y TERNURA EN LA ADOLESCENCIA
    La pubertad se caracteriza por la erotización de la vida.
    La masturbación cumple funciones fisiológicas y psicológicas. Es una forma inmadura de satisfacer sus urgencias sexuales anticipadamente a sus su satisfacción en la vida interpersonal.
    No es raro que los adolescentes se sientan atormentados por su sexualidad.
    En algunos jóvenes se hacen presentes tendencias homosexuales hasta entonces latentes o ambiguas. En otros estas tendencias se experimentadas desde la infancia se avivan agudamente.
    Algunos grupos de jóvenes “hombres” evitan expresar ternura ante los de más, porque es un elemento “femenino. En las pandillas se rinde culto a la hombría y repudian todo lo que parezca femenino. Los adolescentes utilizan a los demás para satisfacer sus necesidades y en la madurez su deseo de recibir se complemente con el deseo de dar.
    Los hombres tienen dos clases de objetos amorosos: uno la mujer para ser amada y otra utilizada como un objeto de placer. Además tiene dos formas de escoger sus objetos amorosos: uno que se basa en la semejanza con su madre y otra que se basa en la semejanza con él mismo.
    EL NARCISISMO
    El narcisismo tiene sus orígenes en la infancia y aumente en la adolescencia, el climaterio y el inicio de la senectud.
    Al inicio de la adolescencia el narcisismo tiene una función importante que es el facilitar el proceso de la transformación, el ajuste del yo a cambios. El adolescente narcisista es impenetrable a los juicios de otros, no le importan los demás.
    Hay dos clases de fantasías: las narcisistas que anticipan lo deseado y las creativas que anticipan lo que es posible.
    El remplazo del narcisismo por el realismo, el altruismo, el amor y la solidaridad son indicadores de la madurez.
    El adolescente construye una imagen nueva del mundo.
    En lo moral el cambio es de una moral que es impuesta en la infancia y que se basa en el miedo al rechazo por una que se basa en la experiencia y en la reflexión.
    ANGUSTIA, SOLEDAD, VERGÜENZA Y CULPABILIDAD
    La soledad es una fuente importante de angustia y una necesidad de ser aceptado.
    La vergüenza es el temor de que los demás vean la pretensión de ser adulto y no lograrlo.
    La culpa es la convicción de haber violado normas de la sociedad que han sido establecidas.
    Los patrones psicológicos y conductuales contra la angustia son el ascetismo y la intelectualización.
    ADOLESCENCIA Y SOCIEDAD
    Las sociedades y algunas culturas le indican al joven como debe de comportarse para ser aceptados como adultos dependiendo su sexo, grupo social y ocupación que tengan. Las actitudes de los adultos influyen en el crecimiento del joven la hacen más fácil o difícil.
    El adolescente juega diferentes papeles en la sociedad: es hijo de familia, estudiante, miembro de organizaciones juveniles, etc.
    Las circunstancias que rodean a un joven que crece en una familia donde el padre es muy posesivo, que donde el padre les da mucha libertad y a las circunstancias donde el padre permite a su hijo escoger, pero lo protege.
    Algunos jóvenes presentan dificultades para definir su orientación sexual.
    EL GRUPO Y LA SUBCULTURA DEL ADOLESCENTE
    La indolencia y rebeldía de muchos jóvenes se debe a que sabe que dejara de ser niño y se han percatado de que ellos y los adultos pertenecen a esferas diferentes e incomunicables y se separan cada vez más de ellos remplazando a los adultos por jóvenes de su misma edad con los que se sienten comprendidos. Cuando el joven se une a un grupo se hace solidario con el resto del grupo y se siente libre para hacer cosas que demuestren su hombría.
    Una característica de los grupos de adolescentes es que le dan mayor importancia a los miembros del grupo que a los adultos. Si hay un nuevo integrante en el grupo tiene que demostrar que es más leal a la opinión de sus compañeros que a la de los adultos.
    La solidaridad en el grupo se manifiesta con lo que hacen sus miembros. Cada miembro del grupo tiene que actuar como los otros, vestirse, peinarse, hablar como sus compañeros, en fin, gustarles las mismas cosas.
    El principal mecanismo regulador de la conducta en los grupos de adolescentes es su orgullo y su contrapartida es evitar la humillación y el ridículo.
    Ayudar a mujeres en tareas del hogar, ir a sitios públicos acompañados de los padres, expresar ternura ante los demás, etc. Es visto por los amigos como incompatibles con la dignidad masculina.
    CONDUCTAS RIESGOSAS DE LOS ADOLESCENTES
    La familia provee la matriz para el cambio; la sociedad los modelos y las alternativas.
    El predicamento de los adolescentes es encontrar un lugar en la sociedad que ya no los ve como niños, pero que aún no los ve como adultos. Por eso es inevitable que el que el adolescente defina su identidad y vocación para un futuro.
    En esta edad es común que se relaciones con personas de su misma edad que les ayudan a afirmar su independencia.
    Los grupos juveniles son susceptibles de sufrir cambios antisociales que se pueden deber a que hay un nuevo miembro en el grupo y que fuma mariguana e induce a los demás a que la fumen. El abuso y la violencia pueden llegar a separarlos cada vez más de la sociedad.
    DELINCUENCIA JUVENIL
    Los jóvenes se unen a pandillas delictivas porque la conducta delictiva es valorada como una prueba de hombría y les da un cierto prestigio a quienes actúan de esta forma.
    La mayoría de jóvenes delincuentes pertenecen a familias desorganizadas, viven en zonas urbanas donde las condiciones para estimular al niño y adolescente con actividades recreativas. Hay una conducta que a pesar de las variantes personales se repite en los adolescentes y se llama “devaluación del adolescente”. Sus antecedentes se encuentran en la frustración y la angustia que resultan de sentirse insuficientemente querido o rechazado y maltratados en la infancia y la dificultad para identificarse con su padre que no ejerce autoridad o que la ejerce en una forma brutal e irracional.
    Cuando el joven se distingue por su audacia cinismo o crueldad aumenta su prestigio en el grupo y un incremento de su autoestima.
    ESQUIZOFRENIA
    La esquizofrenia es una psicosis caracterizada por la ruptura de la relación del sujeto con el mundo exterior. Se presenta primero en hombres que en mujeres
    Las personas que habrán de sufrir esquizofrenia suelen predominar ciertos rasgos del carácter: introversión, suspicacia, aislamiento y excentricidad.
    Ocurren cambios en la forma y contenido del pensamiento, la percepción, el afecto y la relación con el mundo externo.
    En el contenido del pensamiento, la perturbación esquizofrénica se refleja en las ideas delirantes, absurdas; el enfermo piensa que la gente sabe lo que piensa y que pueden influir en sus ideas, piensa que le observan y que quieren hacerle daño. Vincula con su persona eventos que no tienen que ver nada con él.
    La esquizofrenia tiene tres fases: una fase prodrómica se caracteriza por cambios en la conducta ideas “raras”, indiferencia al miedo y descuido de la persona; una fase activa en la que se presentan delirios y alucinaciones y una fase residual pueden persistir conductas atenuadas de la fase prodrómica
    En las formas esquizofrénicas predominan los llamados síntomas negativos: la apatía, la falta de ambición, el empobrecimiento de las ideas y el aislamiento.
    Cuando un organismo alcanza la madurez, el crecimiento ha alcanzado sus limites naturales y se detiene. Se habla de madurez emocional para describir una personalidad que ha desarrollado plenamente sus potenciales para conciliar armónicamente la satisfacción de sus necesidades ; Una persona madura es capaz de dar sin recibir (altruismo) . La madurez emocional no solo se alcanza en forma completa con la edad y las discrepancias en el desarrollo y las diferencias individuales son notables.
    PATERNIDAD Y MATERNIDAD
    Al nacimiento del niño la madre esta entonces fisiológica y emocionalmente preparada para la crianza. La madre instintivamente desea cuidar al niño y estar en contacto corporal con él. La maternidad trae consigo una reorientación de las actitudes de la madre, quien proyecta en el niño sus expectativas y sus esperanzas. La maternidad juega un papel significativo en la maduración fisiológica y psicológica de la mujer.
    En el padre cuya organización sexual es más simple, hay coincidencia entre la producción de hormona gonadal y las urgencias sexuales. En lo que concierne a la paternidad, los hombres no están preparados para ella por la activación de una necesidad instintiva. El sentimiento paternal esta muy influido por factores culturales. El padre tiende a identificarse con el niño y ha tenerle responsabilidades.
    El hombre que una vez necesitó de una madre para la gratificación de sus necesidades dependientes, se convertirá en el proveedor de gratificaciones y protector de su esposa e hijos. Muchos hombres sobrecompensan sus necesidades de dependencia comportándose con la familia de forma demandante y despótica.
    CLIMATERIO
    Es una etapa de la vida que nos señala el término de la edad madura.
    Aparece la acumulación de arrugas, se pierde la figura juvenil, las facciones engruesan, en muchos de los varones aparece la calvicie, en las mujeres la menstruación se vuelve irregular y más tarde desaparece, etc.
    Los cambios somáticos que gradualmente se presentan en la edad madura tienen una significación y un impacto que varían para diferentes individuos.
    La declinación de la juventud y la pérdida del vigor son experimentados como una “INJURIA NARCISISTA”. Y al no haber alcanzado sus logros son fuente de frustración.
    Entre las personas de clase media, las tensiones económicas se agudizan hacia la mitad de la vida. La disminución del poder adquisitivo del dinero y la inflación constituyen una fuente adicional de preocupaciones para muchas personas que se encuentran en esta edad.
    El Climaterio ha sido explorado psicológica y psicodinamicamente mas en las mujeres que en los hombres. La mujer llega a esta etapa antes que el hombre; el cece de la menstruación es una pérdida objetiva más abrupta que la diminución de la capacidad sexual en el hombre. Los hijos que antes la buscaban y dependían de ella, ahora se alejan del hogar y rechazan sus cuidados. Ambas condiciones hacen del climaterio una época propicia para la activación de un temor femenino: el de ser abandonada y sustituida.
    Según Marmor describe diferentes patrones de respuesta al estrés de la edad madura. Muchas parejas temen estar a solas y repetidamente eluden el contacto usando la televisión, cine, juegos y fiestas.
    La mujer es capaz de embarcarse en una búsqueda desesperada de romance que falta en su matrimonio, en tanto que el hombre trata de dar nuevo lustre a su deteriorado narcisismo mediante conquistas extemporáneas. Con estas condiciones el divorcio alcanza cifras elevadas.
    Existen tres condiciones psicológicas que agravan la situación de la mujer en el climaterio:
    a) Cuando su autoestima ha estado demasiado ligada a la capacidad de despertar sexualmente al hombre, le es m s difícil aceptar la declinación de su atractivo sexual. La mujer intenta mantener su figura juvenil a expensas de la realidad.
    b) Mujeres posesivas que hacen ligas simbióticas muy poderosas con sus hijos y su autoestima depende de experimentarse como necesarias para ellos, que cada vez necesitan menos de ellas.
    c) Cuando a causa de tendencias ascéticas poderosas, la vida de la mujer ha transcurrido sin erotismo y sin amor, el climaterio puede suscitar en ella un anhelo irresistible de “recuperar el tiempo perdido”.
    PSICOPATOLOGIA DEL CLIMATERIO
    La más frecuente de las manifestaciones psicopatológicas durante el climaterio es la DEPRESION, que puede comprenderse como una reacción de duelo por la pérdida irreparable del objeto más querido: la propia imagen.
    Las personas retraídas, limitadas e incapaces de adaptarse a los cambios, sufren depresión severa con ideas delirantes de pecado, persecución o castigo. En estos casos el suicidio es importante.
    La depresión hostil, equivalentes depresivos y la depresión sonriente han sido ocupadas para referirse al hecho clínico de que la depresión se encuentra frecuentemente enmascarada por algunos de los síntomas que la acompañan.
    SENECTUD
    La Senectud es el envejecimiento fisiológico con cambios biológicos y psicológicos, y otras enfermedades que son particularmente frecuentes en las personas de edad avanzada, incluyendo la senilidad.
    ASPECTOS BIOLÓGICOS
    El envejecimiento conduce gradualmente a la claudicación de los sistemas de autorregulación y equilibrio energético del organismo y finalmente a su colapso.
    La atrofia cerebral es una de las transformaciones morfológicas más importantes que en la última fase de la vida experimenta la compleja estructura del organismo y que se manifiesta por cambios en las funciones mentales, la personalidad y la conducta. Las alteraciones cerebrales primarias en la senectud son las alteraciones celulares y bioquímicas.
    ASPECTOS PSICOLÓGICOS
    En la edad avanzada tanto la sensopercepción como la memoria se hacen notoriamente deficientes. Además de percibir mal y recordar mal , el viejo tiene dificultades para aprender , se fatiga mas fácilmente y sus respuestas son mas lentas
    La declinación de las funciones cognitivas del anciano las podríamos definir como un recorrido en sentido inverso al desarrollo ontogénico en el niño llamada "apraxia constructiva".
    Muchos ancianos suelen conservar en forma notable su inteligencia enriquecida por su experiencia y esto les permite compensar defectos cognitivos, como la menor capacidad para el pensamiento inductivo.
    A pesar de la lentitud de sus reacciones, su fatigabilidad y sus problemas de memoria, el anciano normal puede mantener un rendimiento intelectual eficiente, hasta una edad avanzada.
    Con la edad avanzada, la personalidad cambia. Una reorganización de los recursos psicológicos ocurre en la senectud y se traduce por una concentración del interés en s¡ mismo y la inclinación a atribuir hostilidad a los demás. Es posible anticipar los cambios que hablar de experimentar una persona al envejecer cuando se conoce su personalidad previa. El anciano tiene dificultad para adaptarse a las innovaciones.
    ASPECTOS SOCIALES
    Pensar que los problemas del anciano solo le conciernen a l, no es acertado, porque muchos de sus sufrimientos, incluyendo la precipitación de su declinación funcional, est n determinados por las actitudes y las acciones de otras personas.
    Se desconocen muchas cosas acerca de la senectud y de su forma patológica más común: la SENILIDAD. La diferencia entre la senectud y la senilidad tiene aspectos biológicos, biográficos y también tienen relación con las circunstancias psicológicas y sociales en las transcurre la etapa final de una larga vida.
    PSICOPATOLOGÍA DE LA SENECTUD
    La morbilidad mental en los viejos consiste, en trastornos relacionados con un "deterioro mental ligero" que tiene una base emocional y que es m s significativo desde el punto de vista social que médico.
    La menor capacidad adaptativa de los viejos los hace más vulnerables a una variedad de factores ante los cuales reaccionan con las alteraciones mentales transitorias: síndromes cerebrales caracterizados por confusión mental , fluctuaciones de la conciencia , alucinaciones visuales , abatimiento del  nimo y/o agresividad.
    Sus causas son múltiples: trastornos metabólicos asociados con la diabetes, insuficiencia cardiaca, infecciones, particularmente de las vías respiratorias y urinarias, hidrocéfalo con presión normal, disfunciones tiroideas.
    Las demencias representan un  rea importante de superposición de trastornos psiquiátricos y deficiencias neurológicas. Demencia solo se denomina a un daño global de las funciones cognitivas e intelectuales de curso severo y progresivo. El término no debe aplicarse a personas con alteraciones leves de este tipo. En la demencia es notable el deterioro de la memoria, pero el rasgo escencial es la pérdida progresiva de la capacidad de organización y abstracción. Esta pérdida, que se refleja en fallas de la habilidad razonadora, es el síntoma central en la demencia y la manifestación más común de daño cerebral.
    La demencia de la enfermedad de Alzheimer es cuatro veces m s frecuente que la debida a infartos cerebrales por arterioesclerosis.
    Se reconocen dos clases de enfermedad de Alzheimer genétticamente diferentes:
    1.- La de principio precoz, Presenil.
    2.- La de principio tardío, Senil.
    La notable reducción de la población de neuronas en forma selectiva en el hipocampo y en la corteza de los lobulos temporal, parietal y frontal , y la presencia de las alteraciones neurofibrilares consistentes en filamentos helicoidales pareados , las placas argenotofilicas de proteína almiloide y los cuerpos granulovacuolares , son características histopatológicas de la enfermedad de Alzheimer.
    Se considera que el camino m s transitable hacia el descubrimiento de las causas de la demencia es el estudio de las proteínas fibrosas anormales que constituyen el filamentos helicoidal pareado y el amiloide en las placas seniles.
    Hay datos para pensar que el 10% de la población de personas de m s de 65 años sufre un trastorno depresivo. La depresión se caracteriza por una alteración disfórica del humor, una perdida del interés de calidad diferente a la pena del duelo y que debe ser distinguida de la baja transitoria del humor consecutiva a la frustración o al desengaño.
    Las pérdidas y las frustraciones que inducen a una persona a "darse por vencida" activan propensiones patológicas que podrían permanecer latentes , y aun cuando desconocemos el mecanismo por el cual actúan no es posible negar su importancia
    En la depresión comunmente disminuye la concentración y la atención y esto afecta a la memoria reciente. Esto puede confundirse con un problema demencial. Este síndrome afectivo ha sido designado como una "seudodemencia". Considerar que la depresión es "consecuencia de la edad" refleja ignorancia y es una abdicación de la responsabilidad del médico.
    En la Senectud y en la adolescencia, el SUICIDIO alcanza las tasas m s elevadas. La senectud es poca de muchas ofensas. Mas que la muerte, el anciano teme ala soledad, el sufrimiento y la miseria. La amenaza de suicidios en los ancianos hay que tomarlo muy en serio.
    El desprecio y el desapego hacen sentir al viejo que ya no es deseado, que no es útil y que todos estarían mejor sin él.
    El principio biológico general de que el órgano que no se usa se atrofia tiene aplicación en la senectud. Muchos ancianos que han sido creativos en el arte, las ciencias o las empresas han muerto de edad avanzada sin sufrir senilidad. En cambio en los asilos, que sólo son lugares de custodia, el deterioro mental se acelera.
    La capacidad física y mental de los viejos podría mantenerse mejor si los médicos no fueran tan pesimistas. Pero los médicos reflejan una actitud de la sociedad que se niega a reconocer su responsabilidad en el cuidado de quienes est n ya al final del camino.
    Freud dijo una vez: "Puede ser que los dioses sean misericordiosos cuando hacen que nuestras vidas sean mas implacenteras conforme envejecemos. Al final, la muerte parece menos intolerable que las muchas cargas que tenemos que llevar.

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